Novela: 𝙻𝚊 𝚙𝚛ó𝚡𝚒𝚖𝚊 𝚟í𝚌𝚝𝚒𝚖𝚊
Autora: Yara Rodz
Reseñado por: Natalie Rosario Ruiz
LA PRÓXIMA VÍCTIMA es una historia casi de terror que mantiene el corazón del lector en una cuerda floja cargada de suspenso, que amenaza con partirse en cada capítulo. Toca de cerca el tema de la violencia doméstica. Sin embargo hace su acercamiento desde otra perspectiva, pero manteniendo un mismo foco. ¿Qué pasa cuando un hombre es víctima de maltrato físico y psicológico? ¿Víctima de manipulaciones por parte de su pareja y cargas opresivas por parte de la sociedad y los roles que esta asigna? ¿Qué pasa cuando una mujer de hermosa mirada y gesto dulce, es la victimaria y la bestia que impide el escape?
Esta novela insita el desespero, la impotencia y la frustración del lector en uno de sus niveles más brutales. No obstante, creo que es una historia que todas y cada una de las personas debería leer, estén o no familiarizados o involucrados con el tema y las situaciones que se exponen. La construcción de los presonajes que transitan las escenas, y la fidelidad de la autora para con las características y líneas de pensamiento de estos, hacen que el lector no dude de la historia y de lo que en ella sucede, sino que se sumerja para ser el testigo principal del atropello, la perversidad y la iniquidad que se desangra en estas líneas.
Yara Rodz desarrolla su historia con mucho celo y detalle, es creíble, los personajes son sólidos y la trama da un vuelco inesperado que mantiene al lector atado a cada página.
Entiendo que uno de los aspectos más crueles de esta novela es la impotencia del lector y la consciencia de que la historia que se proyecta es una realidad de la que muchos no han podido salir por la falta de opciones y por la carga de los esteriotipos en cada género. De hecho, lo único que me sostuvo las esperanzas según leía, no fue el personaje de Aldo y lo que él pudiera hacer, sino el personaje de Susan, quien por ser mujer tenía más posibilidades de ser escuchada. Si el personaje de Susan no hubiera existido, yo no habría visto la luz al final del tunel para Aldo y dudo que la historia hubiera continuado el curso que tomó. Ser cosciente de eso... fue doloroso y difícil de admitir como lectora. La justicia es traicionera y saber que muchas veces esta está atada al género y a los estereotipos, fue la verdad más fría y brutal en estas páginas.
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